
¿Por qué digo que el juego es el lenguaje de l@s niñ@s? Simplemente porque lo he constatado en los últimos años en los que he sido madre. No solo observando a mis propios hijos y sobrinas sino que también a las decenas de niñ@s que diariamente recibo en la ludoteca de la cual soy directora y educadora.
¿Qué es el juego?
Según la Real Academia Española jugar significa “hacer algo con alegría con el fin de entretenerse, divertirse o desarrollar determinadas capacidades”.
Sin embargo, me atrevería a decir que l@s niñ@s no buscan estos fines conscientemente, sino que los encuentran como efecto secundario de su actividad principal: el juego.
Es decir, en mi opinión, l@s niñ@s no eligen ni deciden jugar, lo hacen innatamente, es una verdadera necesidad básica para ell@s, su naturaleza se lo pide.
Por lo tanto, el que jueguen libremente es algo inherente a su propia biología, a su diseño humano y a través del juego, obtienen “la recompensa” (el disfrute y la diversión) para seguir fomentando esa misma actividad.
El juego es cualquier actividad que realizamos por puro placer, sin preocuparnos por el resultado final.
Es importante recalcar aquí que cuando hablo de jugar, me estoy refiriendo al juego libre y espontáneo, es decir, no hablo del juego dirigido. El juego libre y espontáneo es aquél en el cual la niña o el niño puede decidir cómo juega, cuándo empieza y termina el juego, con quién juega…

Es una de las actividades más importantes que la naturaleza ha diseñado para l@s niñ@s, contrariamente a lo que se cree en la sociedad, afirmando que es una pérdida de tiempo, que no es importante, quizás por esa relación que tiene con el placer o el disfrute.
Pero, ¿por qué es tan importante el que fomentemos el juego, el lenguaje de l@s niñ@s?
Poder jugar libremente es de vital importancia ya que mediante el juego los niños y niñas crecen física, espiritual e intelectualmente, desarrollan aspectos emocionales, cognitivos y sociales.
La principal herramienta que tiene un niñ@ para aprender, entender y comprender el mundo que le rodea es el juego.
- Aprendizaje. El juego libre es la principal herramienta o actividad que un niñ@ tiene para aprender, entender y comprender el mundo que le rodea. A través del juego puede aislar una parte de su mundo y puede manipularla, cambiarla, adaptarla… Por lo tanto, uno de los mayores efectos secundarios del juego es el aprendizaje. Aprenden de forma casi autodidacta, movidos por el interés y el juego.
- Mejora de la comunicación. El juego ayuda al niñ@ a la autoexpresión, a comunicarse, a regular sus emociones y a mostrar sus verdaderos sentimientos.
- Comprensión del entorno. El juego fomenta su capacidad de resiliencia, su autoestima, el cambiar y aceptar actitudes, el empatizar con los demás, encontrar soluciones creativas a los problemas, a mejorar la relación con su entorno y entre quienes juegan…
- Sensación de poder. El juego puede brindarle la oportunidad de verse como persona íntegra, que puede actuar y tomar decisiones por sí mismo. El juego le puede ofrecer una sensación de control y poder que quizás le falte en su día a día.

- Placer. Jugar le sirve al niñ@ para inventar, crear lo que necesite, hacer volar su imaginación, cambiar los hechos o los finales o desenlaces, imaginar, inventar, visualizarse en una situación, soñar, obtener placer inmediato a sus deseos gracias a la fantasía…
- Sanar experiencias. Le puede servir incluso para sanar y reparar experiencias desagradables de su día a día y manejar situaciones estresantes ya que puede hacer lo que quiera en el juego. Puede representar sus problemas y sentimientos a través del juego, puede descargar tensión, ansiedad… Pueden simbolizar algo que han vivido para comprenderlo, sobrellevarlo… Por lo tanto, el juego puede ser una forma de autoterapia.
El juego es la actividad más seria e importante para l@s niñ@s.
Entonces, ¿qué podemos hacer para fomentar el juego, el lenguaje de l@s niñ@s?
La mayoría de l@s niñ@s actualmente tiene poco tiempo al día para jugar libremente. Se pasan entre 5 y 8 horas en la escuela y muchas veces les apuntamos a extraescolares para poder conciliar trabajo y vida familiar.
Mi invitación es que intentes aportarle a tu hij@ tiempo para que juegue libremente, sin estructuras, guías ni recomendaciones. Que pueda explorar libremente.

Las ludotecas por ejemplo pueden ser una buena opción para cuando el buen tiempo no acompañe. También el parque, sitios en la naturaleza como prados, ríos, bosques… En casa también hay opciones para el juego libre, con pinturas, plastilina, juegos simbólicos como jugar a tienditas, a cocinitas, materiales desestructurados como legos, Kapla…
Dependiendo de la edad y el carácter del niñ@ preferirá jugar solo o acompañad@ por amiguit@s. Tenlo en cuenta.
Y si tú misma quieres conectar con él te dejo por aquí este vídeo que publiqué en Instagram con ideas para conectar con tu hij@. Recuerda que el juego es el lenguaje de l@s niñ@s y que para entenderte con ell@s deberás hablar su mismo idioma 😉.
¡Espero que te sirva! Y si quieres seguir fortaleciendo vuestro vínculo, puedes leer mi siguiente artículo titulado: ¿Qué necesitamos para ser “buenas” madres? Consejos para padres primerizos.
¿Y a ti? ¿A qué te gusta jugar con tus hij@s? Te leo en comentarios.

